“Cualquier tiempo pasado fue mejor”, dice un refrán. Y otro asegura: “Segundas partes nunca fueron buenas”. La sabiduría popular refleja lo complicado que puede ser llegar a tomar la decisión de volver con una antigua pareja. Más aun si pides consejo a familiares y amigos que conocen bien tu historia y te vieron reír junto a aquel novio o novia, pero también llorar y sufrir por la ruptura.
Depende de las circunstancias
Retomar la relación con un ex puede ser algo impensable para algunas personas, y una tentación difícil de resistir para otras. La decisión final depende de muchos factores: cómo fue la relación, en qué términos se produjo la ruptura, qué sentimientos tenían el uno por el otro o cómo han evolucionado durante el tiempo que han estado separados.
Estas circunstancias pueden variar muchísimo de una pareja a otra, por lo que no se pueden dar consejos válidos para todos los casos. Sin embargo, estos tips te pueden orientar y guiar si te encuentras en esta difícil tesitura.
Volver con una expareja puede ser una buena idea si se dan circunstancias como estas:
Se separaron obligados por las circunstancias (por ejemplo, a uno de los dos le ofrecieron un empleo en otro país y la relación a distancia no sobrevivió) pero se amaban y respetaban, y guardan un buen recuerdo uno del otro.
Eran demasiado jóvenes o inmaduros, y entonces no querían ni necesitaban las mismas cosas; pero ahora comparten valores y planes de vida. O bien han hecho terapia para conocerse mejor a sí mismos y sanar viejas heridas que les impedían relacionarse.
Rompieron presionados por sus familias, que deseaban “algo mejor” para ustedes.
Sienten que al separarse dejaron algo sin concluir, y ese vacío les ha acompañado tras la ruptura, ya sea estando solos o con otras parejas.
Por más que han intentado olvidarse, siguen amándose y sienten nostalgia de los muchos recuerdos buenos de su relación (no porque hayan borrado los malos, sino porque fue, en conjunto, una relación maravillosa).
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